Cuando en 1890 don Miguel María Duque Betancourt y otros colonos conformaron la junta pobladora, una de sus primeras decisiones fue adjudicar el espacio para la plaza central del caserío. En los días de mercado la plaza se llenaba de toldos donde se ofrecían productos y mercancías. Años después el espacio se demarcó con un cerramiento natural compuesto por mangos y gualandayes que los vecinos plantaron. Los toldos fueron cambiados de sitio en la década del 40 y en el marco de la plaza el empedrado fue reemplazado por pavimento.
En la década del 50 fue instalada una pileta de agua y en su centro sobre un pedestal una estatua de Simón Bolívar donada en 1954 por el entonces gobernador de Caldas Gustavo Sierra Ochoa. De ahí en adelante el parque ha sido intervenido varias veces. En 1981 la realización de Flora 81 le dio al parque de Bolívar una interesante connotación de espacio educativo y biodiverso. En 1990, año del centenario de Montenegro, la remodelación del parque integró como iniciativa relevante la instalación en el parque de una estatua dedicada al cacique Tacurrumbí, importante jefe Quimbaya. El artista boyacense César Gustavo García tuvo a su cargo la elaboración de la pieza.
En 2018 la plaza volvió a ser intervenida con adecuaciones para la protección de las jardineras, la flora y la fauna que forman parte del marco de la plaza. Para muchos ciudadanos y visitantes resulta encantador ver a las ardillas que viven en los árboles y bajan a recibir fruta de la mano de los visitantes.